lunes, 1 de octubre de 2012

Roller Derby: Lucha sobre patines dentro y fuera de la pista


Roller Derby: Lucha sobre patines dentro y fuera de la pista




El Roller Derby nace en Estados Unidos a mediados de la década del 20 pero solamente como palabra para describir las carreras de patines que duraban varios días. No fue sino hasta 1930 que el deporte tomó la forma con la que hoy día se conoce. El juego consiste en el enfrentamiento entre dos equipos de cinco jugadores cada uno. Tres blockers (defensoras), una pivot (última línea defensiva) y una jammer  (marcador), forman cada equipo. El contacto físico y la agresividad del juego es lo que más llama la atención.

Si bien, como se dijo, el deporte existe desde el siglo pasado, no fue sino hasta  junio de 2010 que esta disciplina comenzó su desarrollo en argentina con la formación de la liga 2x4 Roller Derby. El desarrollo del roller derby hasta la actualidad no fue para nada fácil: “cuando arrancaron los entrenamientos se trataba de aprender a patinar con lo que había y con los materiales que habían acá en el país, que ninguno era el especializado para practicar el deporte” recuerda Priscila alias Miss Trouble #138, jugadora de la liga Sailor City Rollers y una de las pioneras en el Derby argentino.

Al tratarse de un deporte completamente nuevo en el país demandó el problema de la falta de protecciones y patines adecuados no fue el único. También fue difícil conseguir un volumen de jugadoras con el nivel necesario para organizar torneos.
Pese a estas vicisitudes, hoy hay cinco ligas en el país que siguen dando todo para practicar. Una de sus principales obstáculos es la dificultad de conseguir pistas que sean seguras: “los clubes, los gobiernos, no nos dan nada. Ni siquiera un lugar para entrenar”, asegura Priscila. Pero sigue firme en la idea de que el deporte es lo más importante y que la seguirán peleando sobre sus patines. 

miércoles, 26 de septiembre de 2012

El bádminton

Todos, aquí, del primero al último, admiran a un chino. En el Parque Tres de Febrero, más conocido como los bosques de Palermo, se congregan alrededor de 25 personas los sábados a la tarde para despuntar el vicio del bádminton y sueñan, los más jóvenes, con ser como Lin Dan, el campeón olímpico en Beijing 2008 y Londres 2012 y cuatro veces campeón del mundo. 

Carolina Pérez Amorosino es una de las jugadoras más destacadas que se pueden observar. Con tan sólo 18 años, aspira a profesionalizarse. Mientras practica, junto a su novio Mauricio, confiesa: “A mí me encanta el tenis, pero mi familia no me permitió desempeñarme. Además, es un deporte en el que te sentís muy solo durante los primeros años. Por eso el bádminton me da la posibilidad de estar cerca de ellos y continuar estudiando”. 

El bádminton, más allá de que se juega con una raqueta, tiene más diferencias que similitudes con el tenis: por principio, el dato llamativo es que no se juega con pelota, sino con un volante, pluma o gallito, que tiene forma de semiesfera y está compuesto en su base por plumas, lo que hace que circule más despacio. Las raquetas para practicar este deporte pesan entre 75 y 90 gramos y el volante promedio de 5 gramos. 

La superficie del terreno de juego en una cancha de bádminton es de 13,4 x 6,1 metros (para individuales el ancho es de 5,18). Para ganar un partido, un jugador debe ganar dos de tres sets (llegar primero a 21 puntos en dos parciales, al menos). 

A pesar de que los jugadores más importantes de la historia de este deporte sean asiáticos, la pasión por el bádminton se alimenta en cada lugar en donde haya preparado un campo, red de por medio o sin ella, para disputarlo. Porque, como analiza Carolina, “no hay tiempo ni lugar ni impedimento de materiales: este deporte se practica sólo con ganas. Y una raqueta, obvio”.